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Adolescencia y consumo de Drogas: la importancia de la familia para su prevención y protección.

Jovenes_Instituto_Estudiando.JPG¿Ha hablado alguna vez con sus hijos sobre Drogas? No deberíamos esperar a que ellos pregunten, aunque sea lo más cómodo, porque que no pregunten no significa que no haya problema o riesgo de consumo.

Según el Observatorio Nacional de la Droga y las Toxicomanías (OEDT), en su informe anual 2012, destaca que el alcohol, el tabaco y los inhalables volátiles (pagamentos y otros) son las drogas de inicio más temprano (entre los 13 y los 14 años). También, que los escolares creen que el tabaco es más peligroso para la salud que el cannabis, siendo para ellos, el alcohol, la sustancia con menor riesgo. Por su parte, entre las drogas de comercio ilegal, el cannabis es la sustancia con mayor prevalencia de consumo alguna vez en la vida (27,4%), seguida de la cocaína en polvo (8,8%).

El inicio del consumo de drogas, con 13-14 años, no discrimina nivel económico y social en las familias. Las claves, desde la familia, radican en seguir líneas de acción comprometidas con la educación integral de los hijos, para que alcancen por sí mismos la maduración suficiente, para ser críticos con sus decisiones y, sobre todo, que sus decisiones sean las que en cada momento quieran tomar libremente, sin ningún tipo de coacción, influencia o presión.

Podemos intuir un inicio de consumo en nuestros hijos, por ejemplo, cuando aparecen en el menor cambios conductuales y de comportamiento no explicado por otras causas (inicio de un trastorno de ánimo, problemática personal en relación al entorno de amigos, centro educativo, ámbito familiar…). También, el menor puede comenzar a tener cambios en relación al sueño y las comidas; se puede mostrar más introvertido, irritable y/o eufórico; existiendo, a su vez, mayor demanda de dinero, nuevas amistades, y la pérdida de interés por sus aficiones.

Jovenes GrupoSi sospechamos que hay indicios de primeros consumos en nuestros hijos, deberíamos evitar lo siguiente: actuar como “padres policías” (seguir a nuestros hijos, escuchar sus conversaciones telefónicas, hurgar sus cosas, registrar sus bolsillos, mochilas, someterlos a un interrogatorio…). De esta forma, estamos actuando como detectives domésticos, incompatible con ser un “padre modelo”. No se deben utilizar los castigos, sermones, amenazas del tipo: “la próxima vez que te vea fumando te pongo de patitas en la calle”. Así como perder el control: gritar e insultar.

La prevención del consumo de drogas en el adolescente desde la familia

¿Conocemos a todos los amigos de nuestros hijos?, ¿sabemos a los lugares donde van en su tiempo libre?, ¿hablamos con ellos todos los días (más de cinco minutos seguidos)?, ¿sabemos en qué se gastan el dinero?, ¿nos interesamos diariamente por sus estudios?, ¿solemos salir en familia por lo menos una vez a la semana?, ¿pensamos que nuestros hijos no tienen ningún problema en la vida?, ¿nos siguen obedeciendo en todo lo que les ordenamos?, ¿colaboran en las tareas de la casa igual que siempre?, ¿nos cuentan sus secretos?

Los jóvenes no deben tener la sensación de que les dedicamos el tiempo que nos sobra de otras actividades más importantes. Tenemos que crear una estructura laboral y familiar que nos permita disponer del tiempo necesario para poder relacionarnos con ellos de una forma positiva, activa y eficiente.

Los factores principales de riesgo para el inicio del consumo de drogas principalmente son: una mala canalización de la curiosidad, y búsqueda de emociones, riesgo; ceder a la influencia o presión del grupo de amigos; mal manejo del aburrimiento y búsqueda de diversión en entornos de riesgo (fiestas, pubs, discotecas); problemas personales; influencia del líder o amigo poderoso; dificultad para la relación con los demás; utilización de una información no veraz ni objetiva sobre las drogas.

Factores de protección para prevenir el consumo de drogas en adolescentes:

Buena comunicación:

Utilizar cuando nos dirigimos a nuestros hijos: el “me gustaría” que estudiaras más, “yo pienso” que tendrías que aprender a estudiar,
Escucha activa: cuando te habla tu hijo, lo escuchas mirándolo a los ojos, procura no interrumpirlo, desconecta la TV y lo escuchas.
No imponer una idea o un criterio, si no utilizar preguntas para que llegue a sus propias conclusiones. “En vez de, hoy no sales a la calle, porque lo digo yo, podríamos preguntar, ¿Crees que debes salir hoy después de lo que ha pasado?
Reforzar las buenas  acciones, no juzgar continuamente.”En vez de, tú problema es que no haces caso de lo que te digo; podríamos decir, me ha encantado que me obedecieras a la primera”.
Empatizar: “recuerdo que a mi también me costaba con las matemáticas, en vez de ¿cómo suspendas las matemáticas?.

Adolescentes_MovilEstablecer unas normas básicas de convivencia.
Conseguir que participe en actividades de menor riesgo (actividades asociativas, deportivas..), manejando “el aburrimiento”. Conseguir que se aficione a algún hobby.
Buena dinámica en el centro educativo.
Buenas habilidades sociales:

 

Saber decir no; tomando decisiones no influidas por la presión de grupo o líder.
Preguntar  cuando no se entiende algo
Defender un derecho; “cuando nuestro hijo no reconoce un derecho, se encuentra a merced de quién pueda transgredirlo, ya que no se pondrá a defender una cosa que no sabe de antemano que es suya y le pertenece”.

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