*Laura Suárez Sarmiento

En las relaciones familiares tóxicas generalmente existe un patrón de conductas dañinas que no respetan la individualidad de cada miembro de la familia, fomentando un clima incómodo e inestable. Aquí está muy presente la sumisión, autoridad y excesivo control.

Este tipo de familias provoca sentimientos negativos que impiden el desarrollo personal y bienestar psicológico de cada miembro.

Lo cierto es que la familia nos viene impuesta y no podemos elegirla, lo cual requiere adaptarse a ello, pero es necesario aceptar el hecho de que, somos personas independientes.

El hecho de que alguien abuse de su poder implica gran dificultad a la hora de relacionarnos, no nos permite expresar con libertad nuestros sentimientos y opiniones, conversar o mostrarnos tal y como somos.

Estos conflictos vienen originados por las luchas de poder, el sentimiento de derecho y la falta de límites. Entonces, ante un hermano, una suegra, primo, etc. tóxicos… ¿Qué podemos hacer?

• Empatía.

  Ponernos en el lugar del otro. Mantener una disposición a escuchar y a considerar lo que nos tienen que decir.

• Siendo asertivos.

  Es importante sentirse seguro de uno mismo y hacer uso de nuestra capacidad de elección.

• Siendo pacientes.

  La capacidad de esperar y de pensar antes de actuar es uno de los principios más importantes que deben guiar nuestras relaciones, en especial las familiares.

• Respetando y haciendo respetar nuestra intimidad, espacio, tiempo y decisiones.

Sin embargo, y si a pesar de haber puesto todo de nuestra parte, vemos que no es posible mejorar la situación, aparece con frecuencia el sentimiento de culpabilidad. No olvidemos que la persona tóxica suele ocupar el lugar de víctima y verdugo.

La mayor parte de nosotros ha sufrido la imposición, la envidia o el descaro de alguien que, en principio, no debería hacernos daño de forma deliberada. Pero cuando esto viene de miembros de la familia, no es tan fácil romper esa relación. Lo cierto es que, a partir de aquí las relaciones se recrudecen y no queda más remedio que alejarse.

“Sólo nosotros somos dueños de nuestra vida y nuestros propios sentimientos”

¿Cómo alejarse de una familia tóxica y egoísta?

Si vemos que no es posible solucionar el conflicto, lo has intentado todo y sigues sufriendo por ello, entonces debes empezar a tomar medidas para cuidarte, mantener tu salud mental y equilibrio emocional. Para ello;

• Pon límites. No dependas de ellos, tus decisiones son sólo tuyas.
• No intentes cambiar a una persona tóxica, acepta que si tu familiar no quiere, no va a cambiar nunca.
• Recupera el control sobre tu vida.
• Expresa lo que sientes con alguien de confianza.
• Pasa tiempo con personas que te hacen sentir bien. Rodéate de personas que te den afecto.

*Laura Suárez Sarmiento es psicóloga clínica, psicóloga infanto-juvenil y de adultos en Clínica Bandama  y perito Forense. 

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